miércoles, 10 de noviembre de 2010

EL BURRO EN MÉXICO: OLVIDADO, EXPLOTADO

Por. Viridiana Mariel


Burro, sinónimo de tonto, torpeza, dejado, explotado, un sin fin de palabras denigrantes que a lo largo de los años ha cargado este cuadrúpedo, a pesar de tratarse de un animal noble, fiel, aguantador. Un animal de carga que durante generaciones sirvió en actividades del campo, el comercio, traslado de agua, cargador de leña, medio de transporte y mil cosas más.
Con el acelerado proceso de urbanización y el cual continúa extendiéndose, sus límites a áreas que antes eran rurales, se pronostica que en la próxima década siete de cada 10 mexicanos viven en un centro urbano y como consecuencia llevó que la sociedad se olvidará de los burros y se aprovecharán para maltratarlos. Por esta circunstancia, el burro está en desuso, lo que puede derivar en su posible extinción.
A pesar de no ser tan rápidos como los caballos, tienen una larga vida de hasta 47 años. Poseen una buena visión nocturna y toleran temperaturas muy altas pues cabe recordar que el origen de este animal cuadrúpedo fue en África. Además, a través de su comportamiento se puede conocer su salud emocional y física; un ejemplo de ello es que para mantener contacto con los miembros de su manada habitualmente suelen rebuznar después del mediodía a manera de sentirse como parte de su grupo. El mantenimiento de este animal es de bajo costo, son de gran resistencia y ágiles en caminos deteriorados.
Las características físicas, de conducta y resistencia de los burros están ampliamente documentadas en diferentes fuentes de información, como es el libro de Donkey Santuary, de Inglaterra, escrito por Elisabeth D. Svendsen. Así como en la página de Internet www.amiburro.es/ornes-y-razas-autnas consultada durante el mes de mayo 2010.
En los últimos años, la sociedad se ha dedicado a darle connotaciones denigrantes al burro, asociándolo como un animal de pueblo y con la pobreza. Los poseedores de alguno, se aprovechan de su terquedad, los golpean brutalmente por no obedecer las órdenes que les indican; no los alimentan bien, los exceden de trabajo de carga, sufren los cambios bruscos de temperatura al exponerlos a la intemperie sin ponerles algún techo como protección. Ante estos malos cuidados, la salud de los burros es deplorable.
En México, de acuerdo con especialistas como es el investigador Horacio Chavira de la UNAM y los diversos autores que documentan esta realidad en el libro de Donkey Santuary, afirman que los burros en México viven una realidad atroz por sus condiciones de casi nulo cuidado y exceso de explotación. Han documentado que burros, caballos y mulas, que son vendidos en terribles condiciones, llegan a ser aún más torturados por sus nuevos dueños, para después ser vendida su carne como de segunda calidad o haciéndola pasar como carne de res, engañando a los consumidores, como sucede en el Mercado de San Bernabé en el municipio de Almoloya de Juárez, del Estado de México.
Por el desprecio, maltrato y olvido en que se encuentran los burros en México, en algunos países como Inglaterra y España, son comúnmente conservados como mascotas, incluso se existen santuarios para burros maltratados y veteranos. En esos lugares las personas pueden visitarlos, convivir con ellos y al mismo tiempo pretenden educar a la sociedad para que trate bien a estos animales y cambien su visión del burro como un animal noble, inteligente, cauteloso y juguetón.
Un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina, Veterinaria y Zootecnia (FMVZ), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), trabaja en coordinación con la asociación de Inglaterra Donkey Santuary, un organismo independiente que se creó hace 40 años con la finalidad de darle protección y bienestar a los burros. En México existe desde hace seis años.
La asociación inglesa Donkey Santuary recibe donaciones por más de 20 millones de dólares cada año, ingresos que son utilizados para el cuidado y bienestar de los burros y mulas del todo el mundo, a través de una atención especializada en veterinaria, realizando proyectos para una nueva educación y formación de veterinarios y propietarios, creando así una red de apoyo social. México es parte de uno de sus proyectos a través de la UNAM y el presupuesto que les donan, lo utilizan para brindar atención médico veterinaria gratuita a équidos y la capacitación a sus propietarios para el buen cuidado de los burros, caballos y mulas, y de esa manera lograr su sobrevivencia en óptimas condiciones.
BURROLANDIA
Desde 1965, en el municipio de Otumba, en el Estado de México, celebran a los burros el día primero de mayo de cada año, a través de un festival. La tradición de considerar a la región como “el mejor lugar para adquirir un buen burro” data de la época de la colonia porque era el punto de transacción comercial de estos animales.
Hace cinco años, Germán Flores Sauza, originario de Otumba aunque reside en la Ciudad de México, tuvo la iniciativa de crear un lugar de exhibición de burros, llamándolo “Burrolandia”, calificado por él como el primer santuario en el continente americano.
Al entrevistar a Germán Flores, explicó que su primera inquietud fue al observar la poca participación de los habitantes de Otumba en la Feria del Burro, por lo que comenzó a investigar y descubrió que estos cuadrúpedos están en peligro de extinción, “pues existen menos de 100 burros en la cabecera municipal, a pesar de ser conocida como la cuna del burro en México”. A partir de esta información, en 1996 abrió las puertas de Burrolandia a los habitantes del mismo municipio, así como también a los visitantes de otras entidades y comunidades.

“Burrolandia nació con la idea de preservarlos para que no se nos acaben nuestros burritos, esa es la idea principal”, afirmó el propietario del refugio.
El lugar mide más de 2.5 hectáreas, se caracteriza por su clima árido y está ubicado en la calle Estación número 6. Viven en el refugio 20 burros, cada uno con un singular nombre, como “Copo de nieve” o “Sonrisas” una burra con parálisis facial. Algunos ejemplares los han adquirido y otros los han rescatado del maltrato de sus antiguos propietarios. Otro ejemplo de su singular origen, es “Apache”, que fue salvado en las montañas durante un incendio forestal.
“Burrolandia” está integrada por cinco zonas que son: área de recepción para los visitantes, el burro y su taxonomía, con un recorrido por la historia del burro hasta su domesticación y el actual peligro de extinción. También cuenta con áreas de corrales, souvernir´s, audiovisual y restaurante.
De acuerdo con el testimonio del propietario, Germán Flores, el refugio tuvo un costo aproximado de cinco millones de pesos. La granja es administrada por su familia, “aunque resulta un trabajo arduo mantener un lugar de esta magnitud pero es un sueño que uno quiere alcanzar para que un día pueda compartirlo con los demás”.
Visitar este santuario borrico no tiene ningún costó. Está abierto sábados y domingos de 9:00 de la mañana a 7:00 de la noche. La duración del recorrido a Burrolandia es alrededor de tres horas y durante ese tiempo el visitante puede apreciar el hábitat de este cuadrúpedo.
La visita a Burrolandia inicia en la recepción con el préstamo de orejas y colita postizas de burro. El trayecto inicia con la historia, importancia y situación actual de este animal a través de una serie de imágenes y fotografías. Al llegar al área de corrales el visitante puede convivir con los borricos. Montarlos, darles de comer zanahorias, tomarse fotos con ellos, realizar competencias, desde carreras hasta juegos de polo.
Sin embargo, la asociación Donkey Santuary de México, de la UNAM, no está satisfecha del esfuerzo que Germán Flores ha hecho con Burrolandia, a tal grado que le quitaron su aval, informó Horacio Chávira Sevilla, coordinador de programas, “de que tengamos relación con el dueño de Burrolandia sí, pero no estamos avalando la condición de los animales, porque nuestra prioridad como organización no gubernamental es la salud y bienestar de los animales”.
Al contrastar la postura de la UNAM con el propietario de Burrolandia, éste afirmó que aún cuenta con su apoyo respecto a la asistencia veterinaria, pero el distanciamiento de este organismo con el refugio es muy visible. El coordinador de programas de Donkey Santuary explicó, “desde hace algunos años tuvimos problemas con el propietario pues a nuestro criterio no estaba atendiendo bien a los burros, entonces decidimos un poco distanciarnos de él porque no entendía razones como el que los animales son prioridad. Por el contario, él trata de hacer publicidad a costa de los animales y creo que eso no es lo correcto”
Burrolandia, como lugar turístico tiene poca difusión; sin embargo, algunos medios de comunicación local, como televisión, prensa y principalmente la radio, lo promueven por considerarlo un lugar original. Como es el caso del periodista especializado en turismo, Edgar Anaya, de la radiodifusora del grupo Radiocentro, “que se interesó en ayudarnos para el rescate del burro. Se encarga de reunir a grupos de personas para que nos visiten. Actualmente, alrededor de 80 personas nos visitan cada mes, afirmó explicó Germán Flores.
El refugio para burros de Otumba, consiguió tener patrocinadores como Globopuerto de Teotihuacán, la Cooperativa Pascual, la empresa bombo Café de Xalapa, Veracruz. Sin embargo ésto no ha sido suficiente para llenar los estándares de calidad que exige la asociación Donkey Santuary de México, sino que al contrario, miran a Burrolandia como un lugar comercial dejando a un lado la protección, bienestar y cuidado del burro.
Es por eso, que Horacio Chavira hizo una comparación entre el refugio Burrolandia México con el santuario de Paty España, así conocido y ubicado en San Miguel Topilejo, Tlalpan, en el Distrito Federal. “ Paty España tiene mejores características en cuanto bienestar, comparado con Burrolandia porque todas las instalaciones del segundo están hechas para los turistas y no para los animales. Y el santuario de Paty España las instalaciones son hechas para los animales, porque no es un lugar turístico- puntualizó. Aunque esta propietaria no cuenta con muchos recursos ha hecho que Donkey Santuary de México reconozca su labor y se olvide de Burrolandia por todas las irregularidades que presenta.
Esta es una de las realidades más duras que enfrenta el burro, que desde su domesticación siempre fue un animal de carga para ahora convertirse en un cuadrúpedo con maltrato excesivo y, en el mejor de los casos, utilizado o explotado como un objeto comercial sin preocuparse por su preservación, a pesar de tener un valor como parte del patrimonio nacional.
El equipo de investigadores de la Facultad de Veterinaria y Zootecnia, de la UNAM, realiza como una de sus principales actividades, localizar lugares o regiones donde se maltrata a los burros, buscan un acercamiento con los propietarios para informarles sobre el valor y características de estos animales, y una vez que logran buena respuesta, los capacitan para mejorar las condiciones en general de los équidos, como son caballos y mulas. “La satisfacción que nos deja es que en los lugares a donde hemos llegado, logramos un cambio de actitud de las personas hacia los animales, hay una mejor calidad para ellos” afirmó Horacio Chavira.
De acuerdo con los objetivos de organizaciones como Donkey Santuary, es momento de retribuirle al burro nuestro respeto y brindarle una buena salud y bienestar porque más allá de su uso como animal de carga o en actividades turísticas, el burro es emblemático en la historia de México.

1 comentario:

Anónimo dijo...

HOLA soy German Flores Sauza , Director de Burrolandia México en Otumba estado de Mexico.

Antes que nada Agradesco el reportaje, pero quiero aclarar lo siguiente:

1.- Burrolandia Mexico, es una asociacion Civil debidamente constituida en México, que tiene como objeto principal el cuidado y preservacion del burro Méxicano.

2.- no percibimos lucro es por eso que tenemos que crear un lugar tematizado con el pasado, presente y futuro del asno, asi como el de crear conciencia de respeto a este noble animal, reconociendole la importancia que ha tenido para el desarrollo de todos los pueblos del mundo.

3.- El lugar esta acondicionado, para recibir visitantes y poder explicarles el origen del asno y sus funciones, asi como porque se esta extinguiendo.

tratamos de financiarnos con venta de productos tipicos del lugar ( aguamiel,pulque, productos del nopal, comida tipica y souvenirs o recuerdos)

lo hemos manejado de esta manera, para que sea un refugio sustentable y no dependamos de subsidios gubernamentales,para generar empleo en la region, para poder lograr crear la casa del burro en Mexico, un lugar donde los asnos desprotegidos del pais puedan llegar y tener una vida mejor

Por ultimo les aseguro que en Burrolandia Mexico encontraran a los burritos mas cuidados de todo el pais, no solo fisicamente, tambien en cariño y en un inmenso amor que les brindamos a cada uno de ellos.

los invito a visitarnos, y corroboren lo que les he aclarado, ya que lejos de buscar protagonismos como asociacion civil lo que pretendemos es crear un mundo mejor .

saludos

ATTE GERMAN FLORES SAUZA
BURROLANDIA MEXICO